La Cartuja de Escaladei es uno de los monumentos más emblemáticos de Cataluña y uno de los principales referentes del románico en Europa. Después de años de abandono y deterioro, se inició un proyecto de restauración por parte de Urcotex que permitió recuperar buena parte de sus elementos patrimoniales y mejorar el conocimiento que se tenía de ellos.
El arquitecto encargado del proyecto fue Carles Brull i Casadó, quien llevó a cabo una serie de actuaciones para garantizar la conservación y mantenimiento de la Cartuja y mejorar su accesibilidad al público.
Contexto histórico
La Cartuja de Escaladei fue fundada en el año 1194 por el rey Alfonso II de Aragón. A lo largo de los siglos, fue objeto de diversas ampliaciones y reformas, lo que la convirtió en un complejo arquitectónico de gran riqueza y complejidad. En 1835, con la desamortización de Mendizábal, fue abandonada y comenzó su lento deterioro. A pesar de los intentos de conservación y restauración, en la década de los 80 se encontraba en un estado de ruina avanzado.
El proyecto de restauración
El proyecto de restauración llevado a cabo por Carles Brull i Casadó tenía como objetivo principal garantizar la estabilidad estructural de buena parte de la zona cenobítica de la Cartuja, para asegurar la conservación y mantenimiento de los elementos patrimoniales y mejorar el conocimiento que se tenía de ellos. Además, se buscaba incorporar toda esta zona del monumento a los espacios visitables por el público.
Actuaciones constructivas
A nivel constructivo, las actuaciones se concretaron en la cubrición de los espacios más significativos, la reconstrucción de las partes necesarias para recuperar la estabilidad estructural y cierres esenciales de estas partes, y la consolidación de paramentos, tierras y otros elementos arquitectónicos que lo requiriesen.
Descubrimientos y nuevos aspectos del monumento
Los trabajos de desescombrado y limpieza permitieron descubrir numerosos aspectos nuevos del monumento, tanto en lo que a las soluciones constructivas originales y morfología de algunos de los ámbitos como de sus usos, relaciones y estado de conservación. Por ejemplo, se descubrió una parte importante de los elementos de piedra trabaja de los 16 arcos sustentados con columnas tosacanas que conformaban unas arcuaciones del siglo XVI y de estilo renacentista situadas sobre el banquillo del antiguo claustro menor. También se encontraron los restos fragmentados (pero prácticamente integros) de la rica fuente ornamental de su patio, que se pudo datar en el siglo XVII y atribuir a la mano del escultor Salvador Illa, y un noble pavimento de piezas de mármol bicolor conservado en un alto porcentaje (75-80%).
Nuevos requerimientos y adecuación para visita
La Dirección General de Patrimonio incorporó la implementación de las actuaciones necesarias para que una vez finalizados los trabajos en esta zona, no solo resultara accesible al público, sino que también se pudiera utilizar para otros usos culturales compatibles o museísticos, en espacios tan importantes como el refectorio o el claustro menor.
La adecuación realizada para visitas, en especial lo que se refiere a la señalización e iluminación ambiental para permitir el uso nocturno, terminó siendo extensivo a otros ámbitos relacionados, como son los espacios entre la recepción y la plaza de la iglesia junto a otros espacios adyacentes.








